Usa hojas completamente secas, para que se quemen más fácil y para tener un mejor efecto.
Enciende la punta de la hoja y deja que se consuma poco a poco. Colócala en el contenedor para no lastimarte. Quema varias hojas ¡y prepárate para relajarte como nunca!
Es mejor que lo hagas por la noche, así disfrutas de un sueño profundo y reparador.