Mucho ruido y pocas nueces
Esta expresión proviene de la obra de William Shakespeare Much Ado About Nothing, que se tradujo en español como "Mucho ruido y pocas nueces". Se utiliza para hacer referencia a situaciones sobre las que se habla mucho o en las que se hace un gran alboroto, pero al final no hay resultados o cambios concretos, como cuando un candidato a la presidencia hace promesas y discursos revolucionarios diciendo que va a transformar el país y después todo sigue igual o peor. ¡Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!