Las guantes o manoplas para horno
No vale la pena conservar los guantes o manoplas de cocina si están rotos, tienen muchos años y se volvieron muy finos o son de mala calidad, porque no nos van a proteger del calor del horno. Igualmente, si el guante o manopla está mojado, el calor se va a transferir más rápidamente y nos terminamos quemando.