Lo más importante para una raclette -aparte de la raclette en sí- son muchos cuencos o platos pequeños para los distintos ingredientes. Poner el queso, las guarniciones, la carne y las verduras en paquetes sobre la mesa no es especialmente festivo y deja más espacio en la mesa, lo que facilita su distribución. Asegúrate de que el queso no se coloca junto a la raclette caliente, ya que se derretirá antes de llegar a la sartén.