No hay nada más molesto que entrar a un restaurante y que nadie te reciba para asignarte una mesa. Y qué decir de aquellos lugares populares donde hay que hacer fila y ves que los camareros están charlando entre ellos en lugar de hacer su trabajo. Si notas alguna de estas situaciones al entrar a un restaurante, lo mejor es que te des media vuelta para buscar otro sitio si quieres pasar un momento agradable.