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Gelatina de mosaico
En definitiva, los años '70 marcaron el auge de la gelatina, debido en parte a la proliferación de gelatinas saborizadas en polvo, a la facilidad de prepararlas y a su bajo costo. Eran el postre ideal para alimentar a multitudes, y su variedad de colores las hacían sumamente atractivas para los niños. Pronto pasamos de las gelatinas unisabor a preparaciones que mezclaban gelatina con queso crema o yogur y frutas frescas, llegando finalmente a la reina de las fiestas infantiles: la gelatina de mosaico. Su preparación era laboriosa, ya que exigía hacer un sobre de gelatina de cada sabor, más una gelatina de leche avainillada. Se iban vertiendo las mezclas en capas, dejando cuajar cada una, o bien se cortaban en cubos y se echaban a la mezcla de gelatina de leche. ¡Solo de pensarlo nos viene su sabor a la memoria!