Esta receta es quizás, la más conocida y a la vez una de las más complicadas. ¿La razón? Hay que cuidar la calidad del pulpo que compramos, así como la cocción. Eso sí, cuando logres dominarla, no volverás a pedir pulpo en los restaurantes, ¡en casa lo harás como todo un chef!
Ingredientes para 4 personas:
De 4 a 6 patas o rejos de pulpo (según tamaño)
Aceite de oliva virgen extra
Sal gruesa
Preparación:
Vamos a comenzar por el paso más importante, que es la cocción del pulpo antes de cocinarlo a las brasas. Recuerda que, para un mejor resultado, hay que comprar pulpo fresco y luego congelarlo durante un par de días. Al momento de descongelar, lo hacemos sobre un colador, ya sea que saquemos el pulpo o lo dejemos descongelar en la nevera. Eso sí, jamás se descongela en el microondas.
A continuación, vamos a hervir abundante agua con una hoja de laurel y SIN SAL, para hacer lo que se conoce como "asustar al pulpo". Cuando el agua esté en pleno hervor, sumergimos y sacamos de inmediato el pulpo 3 o 4 veces.
Después, dejamos cocinando en el agua durante 20 a 25 minutos, controlando la cocción. Debe quedar suave al pincharlo con un cuchillo.
Por último, sacamos el pulpo del agua y lo escurrimos. La sal solo la pondremos al momento de servir o de prepararlo como parte de un platillo.
Ahora, calentamos el asador y engrasamos un poco. Solo pondremos el pulpo cuando la superficie esté bien caliente. Cocina de cada lado durante un par de minutos, retiramos, ponemos sal de grano por encima y servimos al instante para que no se endurezca.
Puedes acompañarlo con patatas cocidas, aceite de oliva, perejil, etc.