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Pollo (y reputación) fritos
La buena reputación sureña de Chick-A -fil se vio envuelta en la polémica en 2012, cuando el presidente y director general Dan Cathy hizo públicas sus opiniones personales en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. También se descubrió que la empresa de Cathy había dado millones de dólares a organizaciones consideradas antigay por los activistas LGBT.
En respuesta, los miembros de la comunidad LGBT y sus aliados boicotearon la cadena de comida rápida. Sin embargo, las malas noticias no tardaron en llegar. Los informes financieros mostraron que los beneficios de la empresa aumentaron un 12% ese año.