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La cosa se puso candente
Si alguna vez te has preguntado por qué tus bebidas calientes vienen con una etiqueta de advertencia, estás a punto de descubrirlo. En 1992, a una clienta de McDonald's en Albuquerque le sirvieron una taza de café caliente que derramó sobre su regazo. El derrame le provocó quemaduras de tercer grado y requirió una operación de injerto de piel. La mujer demandó entonces a la empresa, alegando que servían deliberadamente y a sabiendas las bebidas a temperaturas de fuego. En un principio se le concedió 2,9 millones de dólares, pero posteriormente se redujo la cuantía a 640.000 dólares.