Para empezar el año con motivación, es recomendable hacer una limpieza por casa, empezando en la cocina. Saca todos los libros y revistas de cocina que tengas y pregúntate: ¿de verdad utilizo o llegaré a utilizar este libro?, ¿lo he utilizado durante los dos últimos años? Si la respuesta es no, entonces tienes dos opciones: o venderlo o dárselo a alguien cercano que sí le pueda interesar. La única excepción a esta regla es el libro de cocina de la abuela que, aunque esté lleno de manchas, ¡también está lleno de recuerdos!