Lo más probable es que tu región esté llena de pequeños productores que proponen vegetales frescos e incluso sin pesticidas. Cada vez es más común que algunos los vendan directamente en sus granjas, así que no dudes en darte un viajecito para descubrir los productos de temporada. La otra opción, más sencilla, es ir al mercado de la ciudad una vez por semana y ¡es mejor aun si lo haces en familia!