Vamos a comenzar por elegir y preparar el contenedor. Puede ser tan grande como tu espacio te lo permita. Si tienes un jardín puedes hacerlo en contenedores de basura o cajas de madera, pero si cuentas con un espacio más limitado, puedes utilizar una cubeta o barril de al menos 1 metro de alto. En algunos comercios venden macetas especiales para el cultivo de tubérculos, aunque lo mejor es reciclar un contenedor y evitar que termine en la basura. Cuando lo tengas, haz 4 o 5 agujeros al fondo del recipiente para que el agua pueda filtrarse y no se pudran las raíces. Límpialo muy bien y deja secar al aire libre.