CARENCIAS NUTRITIVAS
Además de hidrógeno, carbono y oxígeno, las plantas necesitan otros nutrientes para sobrevivir. Nutrientes que debe poder conseguir a través de sus raíces. Estas deficiencias se manifiestan normalmente con hojas en las que las venas permanecen verdes mientras que el tejido alrededor amarillea.
Cuando se trata de una carencia de nitrógeno, la planta es capaz de transportar este nutriente desde las hojas más viejas hacia las hojas más jóvenes e incluso seguir creciendo temporalmente, notándose una clara diferencia de color entre las hojas más recientes y las más antiguas.
Cuando la deficiencia es de hierro, una sustancia que la planta no puede redistribuir entre sus hojas, serán las más jóvenes las que adquieran primero un tono amarillo, mientras que el hierro disponible permanece bloqueado en las viejas.
Otros nutrientes necesarios son el fósforo, potasio, magnesio, níquel (todas ellas 'móviles) calcio, azufre, boro, cobre, manganeso y zinc (estas últimas 'inmóviles' como el hierro).
Teniendo en cuenta estas señales, deberías poder identificar quién está causando el problema, tras lo cual puedes consultar las soluciones en el esquema adjunto más abajo o acudiendo a un especialista.