El moho y la humedad son un elemento molesto del que ningún baño está exento, especialmente si vives en un clima húmedo. Para prevenir su aparición, rocía las superficies con vinagre blanco mezclado con unas gotas de aceite esencial de árbol de té. Si las manchas son persistentes, repite la operación varias veces para matar las esporas del moho. A continuación, rocía el área cuidadosamente con cloro para remover ese color tan persistente.