El motivo
Como él mismo explica: “No existe ni una maldita posibilidad de que coma en los aviones. Trabajé para aerolíneas durante 10 años, así que sé dónde ha estado esa comida, a dónde va y cuánto tiempo les tomó traerla al avión”. Así pues, no parece que Ramsay hable sin saber ni su antipatía hacia este tipo de comida sea caprichosa.