Para algunas recetas es mejor retirar la piel del tomate y para ello no hay mejor técnica que usando el microondas. Echa los tomates en un bol con agua y mételo al microondas durante 45 segundos a máxima potencia. Saca los tomates con cuidado de no quemarte y por último, no tienes más que retirar la piel que saldrá prácticamente sin esfuerzo.