Si las lentejas son difíciles para algunos, las habas serían el primo malvado de esta leguminosa. A diferencia de otro tipo de judías, las habas despiden un olor muy fuerte al momento de cocinarse, al punto de volverlas insoportables. Eso sin hablar de que pueden provocarte hinchazón y gases. Probablmente hay muchas personas que saltarán en su defensa: finalmente, la fabada asturiana las lleva con orgullo. Sin embargo; otras personas guardaremos en la memoria ese aroma y el sabor tan fuerte del guiso de lentejas de nuestra madre, con la consigna obligatoria de terminarlas todas sin hacer pucheros.