La cocina peruana tiene una variedad sorprendente, fruto de la influencia de la cocina prehispánica, la cocina colonial e incluso la cocina asiática, debido a las migraciones que se dieron en su territorio. De ahí que sea una experiencia única disfrutar de platos de influencia china como el chaufa, los pescados frescos o los estofados. En esta última categoría tenemos el ají de pollo, que se prepara con una salsa a base de ají amarillo ligeramente picante, queso fresco, leche, galletas y especias. Se acostumbra servir con arros y huevo duro.