Coloca el azúcar de caña y el almidón en un tazón pequeño. Ahora agrega 6 cucharadas de leche de avena una a la vez y revuelve bien hasta que desaparezcan todos los grumos.
Ahora pon en una olla el resto de la leche, la pulpa de la mitad de la vaina de vainilla y 2 cucharaditas de aceite y lleva a ebullición.
Si quieres un color amarillo más intenso para el pudín, añade un poco de cúrcuma en polvo.
Reduce un poco el fuego para que la leche de avena esté hirviendo a fuego lento. Luego, deja que la mezcla de azúcar, almidón y leche fluya lentamente hacia la olla y revuelve con un batidor.
Llevar a ebullición nuevamente por un minuto, luego retirar del fuego y verter en dos tazones y colocar en el refrigerador por al menos una hora.