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9. Vigila la nevera y el congelador
Especialmente en verano, debes asegurarte de que tu congelador no tenga escarcha y que la nevera esté bien surtida, porque el hielo aumenta el consumo de energía, al igual que una nevera vacía. En general, las temperaturas en el congelador deben ser de -18 grados y en el frigorífico de 7 grados. Menos no es necesario y cuesta más electricidad, especialmente en los días calurosos.