Ahora que, si quieres sorprender a alguien con un delicioso postre suave que combina el delicado sabor del dulce de leche con un suave bizcocho de vainilla. Es toda una delicia para disfrutar y compartir.
Ingredientes:
8 huevos
240 g de azúcar
160 g de harina
40 g de chocolate en polvo
1 bote de dulce de leche
1 paquete de mascarpone.
500ml de nata líquida
1 cda de mascarpone.
ganache de chocolate, para cubrir
Preparación:
El día antes prepararemos las planchas de bizcocho. Para ello batimos las claras con el azúcar a punto de nieve y luego las mezclamos con mucho cuidado con las yemas. Añadimos la harina y el chocolate tamizado y mezclamos con sumo cuidado para que no baje la mezcla.
Ponemos la mezcla en la bandeja del horno (sobre papel sulfurizado), bien extendida y dejamos cocer en el horno precantado 180º durante unos 8-10 min. Sacamos del horno y enrollamos en un trapo. Dejamos así hasta el día siguiente y hacemos lo mismo con la segunda plancha de bizcocho.
Al día siguiente de hacer los bizcochos preparamos el relleno. Para eso mezclamos el bote de dulce de leche con tanto mascarpone como queramos.
Extendemos de nuevo nuestras planchas de bizcocho y las cubrimos con toda nuestra mezcla de mascarpone. Cortamos cada plancha en 3 trozos y empezamos enrollando sobre si mismo el primero de los trozos, al terminar continuamos con el segundo… y así hasta que acabemos con los trozos de bizcocho. Colocamos el rollo que hemos formado hacía arriba en un plato.
Preparamos la cobertura montando la nata con el azúcar que nos parezca (va en gustos, a mi me gusta muy dulce) cuando esté montada añadimos el queso y seguimos batiendo un poco mas. Gracias al queso la nata no se nos bajará.
Cubrimos nuestra tarta con la nata montada y reservamos en el frigorifico. Sacamos un poquito antes de consumir y rociamos con ganache de chocolate al gusto.