© iStock / Getty Images Plus / Vudhikul Ocharoen
No dejes que se llene de salpicaduras
Las salpicaduras de salsas y aceites son uno de los enemigos silenciosos de tu cocina. Si bien, es normal que sucedan mientras cocinas, si no las limpias a tiempo se pegan tanto que se vuelve molesto quitarlas (especialmente las manchas de aceite). Ahórrate ese problema teniendo a la mano un rociador con una mezcla de vinagre blanco, zumo de 1 limón y 4-5 cucharadas de bicarbonato, incluso con unas gotas de aceites esenciales si tienes en casa. Mezcla bien y utilízalo para rociar las superficies salpicadas depués de cocinar. Las manchas se irán de inmediato y tu cocina tendrá siempre un olor a fresco.
Otra buena opción es cocinar las salsas que tienden a saltar en una olla tapada, así como adquirir una tapadera de rejilla para tapar las frituras y así evitar que el aceite salte por doquier.