10 Cosas que estás haciendo en la cocina, ¡pero que son muy peligrosas!
Los accidentes pueden pasar en cuestión de segundos, aunque pensemos que tomamos las medidas necesarias de seguridad en la cocina. Para que no te pase, te revelamos lo que muchos hacen en la cocina pensando que es inofensivo, pero puede causar muchos estragos.
Dejar la carne descongelando en la encimera
Por practicidad, muchas veces nos parece mejor sacar la carne del congelador directamente a la encimera, y así poderla cocinar unas horas más tarde. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Sin embargo, hay que tener cuidado: aunque parece un truco bastante inofensivo, no lo es... ¡especialmente si la dejamos descubierta! Esto es muy sencillo: la carne cruda es el entorno ideal para el desarrollo de hongos y bacterias. Por si fuera poco, el agua que se suelta al descongelar crea el entorno ideal para que se reproduzcan, y el contacto con el medio ambiente hace el resto.
Puede que hayas hecho esto antes sin que la carne se contaminara, sin embargo el riesgo siempre está ahí. Por salud, lo ideal es descongelar la carne dentro del frigorífico aunque tome más tiempo (puedes sacarla la noche anterior), y siempre en un recipiente cerrado para evitar la contaminación cruzada. Si, por alguna razón, la dejas descongelar fuera, que sea siempre en su empaque sellado. ¡Más vale prevenir!
Guardar los productos de limpieza cerca de tus alimentos
No todos tenemos la fortuna de contar con una cocina de revista, espaciosa y llena de anaqueles y estantes para guardar alimentos, productos y cacharros de uso cotidiano. Así, puede pasar que por falta de espacio terminemos almacenando las patatas o las cebollas bajo el fregadero, junto a los productos de limpieza que más usamos. Si es tu caso... ¡piénsatelo dos veces! Muchos productos, y en especial aquellos con amoníaco o los limpiadores de horno en spray, son altamente tóxicos para las personas si llegan a ingerirse. La cercanía de estos productos los expone de tal manera que un accidente puede ocurrir fácilmente y nuestros alimentos quedar contaminados. Si no nos damos cuenta al comer porque se ha perdido el sabor del producto contaminante, esto puede terminar en una visita a las urgencias del hospital. Mejor no te arriesgues y mantén siempre alejados los productos de limpieza de cualquier alimento o utensilio para cocinar (¡incluyendo los tápers!)
Colocar objetos de plástico o trapos cerca de la hornilla
Por las prisas, por falta de espacio o por costumbre, solemos acercar objetos como trapos o recipientes de plástico a las hornillas de la estufa o placa de inducción. Muchas veces hemos salido de esto indemnes, ¡pero no es el caso de todo mundo! Recuerda que las telas y los plásticos son altamente inflamables, especialmente si permanecen junto a una fuente de calor durante mucho tiempo. Además, si usas placas eléctricas, eres más propenso a dejar alguna encendida sin poner atención, ¡imagina si has colocado por encima objetos inflamables! Para evitar este tipo de accidentes, hay una regla que siempre debes seguir: cada parte de la preparación de tus alimentos tiene su propio espacio. Así, la encimera es el único lugar donde debes cortar y alistar tus ingredientes, así como guardar tus tápers mientras esperas a que su contenido se enfríe para poder almacenarlo. Olvídate de una vez por todas de querer ganar tiempo cortando y almacenando tu comida sobre la estufa.
Acercarte demasiado al destapar tus ollas
Cocinar es un verdadero placer que estimula los sentidos, desde la vista hasta el gusto... todo esto sin olvidar lo agradable que es oler lo que estamos cocinando cuando empieza ya a tomar su consistencia. Sin embargo, siempre hay que hacerlo con cautela. Abrir tus ollas, especialmente las ollas a presión, y acercarte a oler o rectificar tu preparación te expone a quemaduras debidas a la temperatura del vapor. Esto empeora si estás cocinando con aceite, ya que puede saltar y dejarte con quemaduras graves. La próxima vez, espera un poco antes de acercarte a la olla o sartén destapada, y toma un poco de la comida con una cuchara para acercarla a tu nariz y disfrutar el aroma, ¡justo como hacen los chefs!
Usar la misma tabla para cortar todos tus alimentos
¿Tienes tu tabla preferida que utilizas para todo, o simplemente no te gusta acumular objetos y piensas que una sola es suficiente? Pues tenemos (más) malas noticias: las tablas de cortar, especialmente las de madera, son uno de los principales causantes de la contaminación cruzada de alimentos. Para evitar que se propaguen el moho o las bacterias, elije una tabla solo para carnes, una solo para verduras y otra para pan. Y no olvides lavarlas después de usar (además de desinfectarlas con lejía una vez al mes).
Cocinar con utensilios de metal
Los utensilios de metal, especialmente las espátulas, pueden resultarnos bonitos o prácticos, pero al exponerse a altas temperaturas si están dañados pueden liberar sustancias nocivas en nuestros alimentos. También es sabido que rayan y dañan nuestras ollas y sartenes, especialmente las de teflón.
Lanzar los alimentos al freír
Siempre que cocines con aceite debes ser muy cuidadoso, ya que lanzar los alimentos por miedo a salpicarte tiene exactamente el efecto contrario. La manera correcta de poner tus alimentos es usando unas pinzas o una espumadera, que lo colocarán en el aceite sin que este último salte por todos lados.
Sacar cosas del horno con un trapo mojado
Cuando quieras sacar tu plato del horno, utiliza siempre guantes de cocina. Ir a por el trapo con el que acabas de secarte las manos solo hará que te quemes con el recipiente, ya que no te protege de nada por ser tan delgado (especialmente si está mojado).
Echar alimentos congelados a la freidora
Todos sabemos que el agua y el aceite no se llevan para nada, así que, ¿por qué intentarlo? Puede parecernos una solución rápida e inofensiva echar esas patatas del congelador a la freidora, pero eso solo nos dará un accidente de cocina asegurado.
Usar ollas viejas
Quizás le tengas mucho cariño a tus ollas de toda la vida pero, como cualquier objeto de uso cotidiano, también tienen fecha de caducidad. Cocinar con sartenes y cazuelas raspadas o manchadas nos expone a la contaminación de sustancias y metales nocivos para la salud. Por si fuera poco, al ingerir o inhalar por accidente partículas del teflón que se ha desprendido de tu sartén vieja puede ocasionar lo que se conoce como "fiebre de los polímeros", con escalofríos y dolores musculares.
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