Este delicioso postre tiene el tamaño justo para quitarnos el antojo de dulce, además de que es perfecto para regalar a nuestros seres queridos.
Ingredientes:
4 claras de huevo
250 g de ralladura de coco
200 g de azúcar o splenda
250 g de chocolate negro
Preparación:
En un bol, mezcla el azúcar y la ralladura de coco.
En otro bol, añade las claras de huevo y móntalas a punto de nieve.
Echa las claras en la mezcla de ralladura de coco y azúcar y mezcla bien con una espátula.
Mezcla bien hasta obtener una bola. La pasta no debe estar ni líquida ni demasiado seca.
Divide la masa en bolitas del mismo tamaño y colócalas una a una sobre una bandeja forrada con papel sulfurizado. Deben estar bien separadas unas de otras ya que van a aumentar de tamaño durante el horneado. Horneamos a 180ºC durante unos 15 minutos.
Pasado el tiempo de horneado, sacamos las bolitas y las dejamos enfriar en una rejilla. Derretimos el chocolate al baño maría y lo vertemos en un bol para poder bañar una a una las bolitas de coco. Sirviéndonos de una cuchara, bañamos una a una las bolitas de coco asegurándonos de que el chocolate se reparte completamente.
Sacamos las bolitas del "baño de chocolate" y las colocamos sobre una bandeja con papel sulfurizado para que se sequen.
Aprende a abrir un coco con la ayuda de un martillo y un destornillador en 3 sencillos pasos. Primero le extraeremos el agua y a continuación lo golpearemos con el martillo trazando una circunferencia. Te recomendamos colocar un trapo entre la encimera y la tabla para amortiguar los golpes.
No tires el agua, además de ser poco calórica y baja en azúcar, es un magnífico rehidratante natural y está buenísima.