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Mariscos
Parecerá un poco extraño, pero existen varios factores que podrían llevarnos a repensar nuestro consumo de mariscos en los próximos años. Según un estudio realizado en 2018 por el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), España es uno de los países con mayor índice de contaminantes que afectan a la salud en pescados y mariscos. Si bien no hemos llegado a una emergencia sanitaria, si esta tendencia continúa pronto veremos restricciones en los mercados.
Viene también el peligro del cambio climático, que podría traer un gran desequilibrio en el ecosistema marino, afectando por consiguiente la disponibilidad de varias especies para su consumo, o la predominancia de elementos invasores, como sucede ya con los cangrejos de Kamchatka.
Por último, existe en riesgo de contaminación por anisakis, un parásito que puede alojarse en muchas variedades de pescados y mariscos. Al ser ingerido por el humano es difícil notarlo, ya que nuestro organismo lo expulsa por sí mismo. Lo malo viene después, ya que deja como secuela una alergia a los alimentos del mar. Lo mejor que puedes hacer para evitarlo, es congelar pescados y mariscos antes de consumirlos, o asegurarte de que en tu pescadería de confianza pasen por el proceso de congelamiento antes de poner sus productos a la venta.