Vamos a armar los tacos. Calienta las tortillas una por una en una sartén o comal. Toma la tortilla en tu mano y sirve un par de cucharadas del pollo que habrás troceado previamente. Recuerda no llenar demasiado la tortilla para que quede espacio para la salsa.
Sirve varios tacos por plato y deja que cada comensal agregue la salsa de mango a su gusto. También puedes añadir limón u otra salsa picante que tengas en casa.