Tal vez uses tu máquina de café Nespresso todos los días pero jamás te haya pasado por la cabeza limpiarla; después de todo, ¿es automática, no? Aunque no le ponemos mucho cuidado, lo cierto es que, después de unos meses, esta máquina de café se convierte en un verdadero foco de gérmenes, ¿sabes por qué? Las cápsulas usadas quedan almacenadas en un ambiente húmedo, propicio para el desarrollo de gérmenes y bacterias. Además, con el tiempo los conductos de tu máquina se van llenando de calcio y se obstruyen, haciendo que tu café pierda calidad. Por último, el depósito de agua puede llenarse de moho o restos de salitre si no se cuida. Esto es especialmente cierto para las cafeteras de oficinas, ya que pocas veces nos preocupamos por limpiarlas. Si quieres dejar tu cafetera como nueva, a continuación descubrirás algunos sencillos trucos de limpieza.
Comenta este artículo