Ni llantos, ni pataletas: Los potitos que encantarán a tus hijos
Si tienes problemas para que tus hijos acaben sus potitos a la hora de comer, en este artículo te damos una serie de ideas y consejos para que dejen sus platos bien limpios...
Puré de zanahorias casero
Dentro del "universo" de los potitos podemos encontrar numerosas opciones.
A menudo, las distintas gamas se dividen entre: carne y verduras, verduras y frutas.
Aunque estos productos están hechos especialmente para los más pequeños, lo cierto es que siempre será mejor prepararlos en casa aunque tengamos que dedicarles un poquito de tiempo.
Haz en casa un puré de zanahorias y ponle un trocito de patata. Te recomendamos que antes de poner a hervir las verduras y pasarlas por la batidora, las rehogues un poquito con aceite de oliva, porque eso le aportará a tus pequeños la cantidad de lípidos que necesitan en su dieta diaria y que a menudo los potitos industriales no contienen.
Para darle más suavidad al puré puedes ponerle un quesito de los que vienen en porciones individuales, ya que le aportará una cremosidad que le gustará mucho a los peques.
Arroz con pollo:
Es importante que nuestros niños se alimenten bien, por eso debemos prepararles algo que sea suave para que puedan hacer bien la digestión pero que al mismo tiempo sea bastante nutritivo. Una de las opciones más tradicionales puede ser el arroz con pollo.
Hacemos el pollo a la plancha, pero asegurándonos de que no quede crudo por dentro, al mismo tiempo que cocemos el arroz. Lo bueno de preparar un potito como este nosotros mismos, es que a la hora de pasarlo por la batidora podemos ir controlando la textura e ir adaptándola dejándola menos líquida cuando queramos empezar a darles alimentos sólidos a los más pequeñitos de la familia.
Crema de calabacín:
La crema de calabacín es ideal para los pequeños que empiezan a comer de cuchara porque esta hortaliza contiene mucha agua, y les aportará la hidratación necesaria.
Para hacer la crema, además de ponerle de calabacín podemos ponerle un poquito de patata para hacerla más consistente y al igual que al puré de zanahoria podemos añadirla una puntita de un quesito para hacerlo más cremoso y apetitoso.
Lo ideal será que hagamos un buen caldo de pollo casero para hervir nuestros calabacines en lugar de ponerle un cubito de caldo industrial. También será importante no ponerle sal, ya que aunque a nosotros al probarla nos parezca que la crema esté sosa, los niños no van a necesitar la sal a la hora de comer, lo que además es mejor para ellos.
Ingredientes 100% naturales...
Puede que a menudo no tengamos demasiado tiempo para hacer los potitos en casa, pero es conveniente sacar un par de horas para prepararlos y después congelarlos y de esa manera ir sacándolos según los vayamos necesitando, de este modo podemos controlar nosotros mismos la cantidad de ingredientes que ponemos, lo que sin duda será favorable para nuestros pequeños...
Además te recomendamos que no pongas azúcar en ninguno de los potitos de frutas que les des a tus hijo, y que la sustituyas por otras opciones más naturales como la miel, que además les ayudará a proteger su organismo de posibles "invasiones externas".
La hora del postre...
Otra ventaja que encontraremos si preparemos nosotros mismos los potitos de nuestros hijos, será que estaremos absolutamente seguros de que lo que les damos de comer no lleva ningún tipo de colorantes ni conservante como los que a menudo contienen los productos hechos especialmente para ellos para hacerlos más atractivos a la hora de comer.
Para preparar los potitos dulces, eliminaremos todo tipo de azúcares o edulcorantes y elegiremos otras opciones más sanas como ponerles un poquito de zumo de naranja o de melocotón natural que nosotros mismos pasemos por la licuadora.
Será recomendable empezar por frutas suaves como el plátano, la pera o la manzana y pasarlas bien por la batidora, procurando eliminar todos los grumos.
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