El salsifí es un tubérculo de antaño que está volviendo a tomar su lugar en nuestra mesa. Visualmente es parecido a una zanahoria, salvo que su piel es negra y su interior blanco. Al cocinarse adquiere una textura suave y un sabor delicado. Además, es rico en potasio, calcio, vitamina B y fibra. ¡No dudes en incluirlo en tu dieta!
Ingredientes para 4 personas:
150 g de cebada perlada
5 cdas de aceite de oliva
1 limón
4 dientes de ajo pelados y laminados
sal y pimienta negra
300 g de salsifíes
3 cucharadas de perejil picado
queso parmesano, para servir
perejil y estragón frescos, al gusto
Preparación:
Pon la cebada perlada en una olla pequeña, cubre con abundante agua y hierve durante 30-35 minutos, hasta que esté tierna (pero no demasiado). Luego, escurrir y reservar.
Limpiar la olla, verter 3 cucharadas de aceite y poner a fuego medio. Ralla cuatro tiras de piel del limón y añade al aceite caliente, junto con el ajo. Saltea durante uno o dos minutos, removiendo, hasta que el ajo adquiera un tono dorado claro, luego vierte la cebada, sazona y remueve. Reservar.
Limpiar de nuevo la olla y exprimir el zumo de medio limón. Añadir abundante agua fría y un poco de sal. Pelar los salsifíes con un pelapatatas, cortarlos en ángulo en trozos de 3 cm de largo y pasarlos inmediatamente a la cacerola para evitar que se decoloren. Poner la cazuela a fuego fuerte, llevar a ebullición y cocer a fuego lento durante 20-25 minutos, hasta que estén tiernos. Escurrir y añadir a la cebada.
Por último, añade el perejil y el estragón, y exprime el zumo de la mitad de limón restante. Sazonar al gusto y servir caliente o templado con queso parmesano rallado.
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