Cómo detectar si un alimento está pasado
Muchas veces, un alimento medio podrido se pone en evidencia con un olor innegablemente horrible o un aspecto raro, y entonces sabemos sin duda que tenemos que desecharlo de inmediato. Otras veces, nos dejamos llevar por la fecha de caducidad indicada en el envase. Sin embargo, estas señales no siempre son suficientes para determinar si nuestros alimentos siguen buenos o no, así que aquí te damos unas claves infalibles para detectar esos alimentos medio podridos...
Las hojas verdes se reblandecen o cambian de color
Las verduras de hojas verdes como el apio o las espinacas se reblandecen cuando comienzan a ponerse malas.
También es posible que comiencen a cambiar de color, perdiendo su color verde intenso para pasar a un amarillo claro o verde pálido.
Por otro lado, esto no significa necesariamente que estén podridas, sino que han perdido nutrientes.
Verdura que cambia de color
Cuando un manojo de acelgas está pasadito, es fácil de identificar debido a su color. Sin embargo, cuando una coliflor lleva ya un tiempo en el refri, puede no ser tan fácil identificar si sigue buena.
En este caso, habría que fijarse si tiene manchas marrones en la superficie: puedes descartar esas partes y usar el resto, desde luego, pero es señal de que ha comenzado a ponerse mala.
Alimentos congelados
Cuando los alimentos congelados se escarchan, no significa que se pongan malos, pero definitivamente su textura cambia, ya que pierden humedad y al cocerse estarán secos y deshidratados.
Sin embargo, si al descongelarlos la textura o el color no son los normales, puede resultar arriesgado consumirlos, sobre todo si se trata de carnes u otros productos de origen animal.
Mal olor
Otra de las señales clarísimas, y sin duda más desagradables de detectar el mal estado de los alimentos, es el mal olor.
En este caso, puedes tenerle la mayor confianza a tu nariz: si te parece que determinado alimento tiene un aroma rancio, ácido o sencillamente, desagradable, es porque, en toda probabilidad, está malo y lo mejor sería botarlo a la basura.
Los tallos pierden textura
Los tallos de apio o las hojas de lechuga van perdiendo firmeza conforme se ponen malas. Esto se debe a que las células pierden humedad y con esto, cada vez están más reblandecidas, hasta quedar prácticamente incomibles.
Ojo con la textura
Puede ser una señal no tan evidente pero igualmente importante: en las frutas y verduras, puede ser una señal muy clara, pero también puede ser significativo en las carnes o embutidos.
Las latas ¿pasadas?
Cuando una lata está abombada, el alimento que contiene está sin duda en mal estado. No se debe liberar gas al momento que la abras, y el color de los alimentos debe ser el habitual.
Si tienes la menor sospecha de que un alimento enlatado se ha puesto malo, siempre es mejor descartarlo, ya que existe el riesgo de enfermedades graves.
Huevos
Los huevos son super claros cuando están malos: el olor que sueltan en cuanto los abres no te va a dejar ni acercarte.
Si por el contrario simplemente te parece que no están del todo frescos, se pueden usar de cualquier modo. En este caso, nunca hay duda: un huevo que está malo te lo va a hacer saber.
Leche caducada
No siempre la leche se pone mala cuando se pasa la fecha de caducidad. Realmente lo que te dejará saber es el olor y la textura (el sabor también, pero es mejor que no tengas que recurrir a esa prueba). Si huele agrio o se han formado grumos, está pasada, sin duda.
Moho
El moho es una señal bastante más clara. Es común encontrarlo en los frutos rojos, por ejemplo, que apenas con una ligera alza a la temperatura pueden empezar a desarrollar este tipo de problema.
Las esporas del moho se reproducen muy rápidamente y si tienes un recipiente que ha sido invadido por él, es importante que lo laves muy bien para evitar que se transmita a otros alimentos.
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