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Es por todo esto que añadirla a nuestras recetas (sustituyendo a las espinacas, por ejemplo), es una decisión que tu cuerpo agradecerá sin duda. Por no mencionar que te encantará su sabor, ligeramente ácido y salado, y su crujiente textura.
Recomendamos que empieces por probarla en tus ensaladas, para después cocinarla y añadirla a sopas y salsas. Te sorprenderá.