Mandi'ó
¿Alguna vez habías escuchado el nombre mandi'ó para referirse a este tubérculo? Probablemente no, a menos que seas paraguayo. El nombre mandi'ó es el guaraní de "mandioca" o "yuca". Cuenta la leyenda que Mandi-ó era una niña guaraní muy fea, alta y desgarbada, de manos y pies muy grandes y con dedos muy largos. En esa época, la gente no conocía la agricultura y vivían de lo que encontraban y cazaban, pero Mandi-ó estaba tan avergonzada de su fealdad que nunca acompañaba a su mamá a buscar frutos silvestres. Al verla siempre tan triste, el dios de los guaraníes se apiadó de ella y le indicó lo que debía hacer para ser muy importante para su gente. Le dijo que, gracias a ella, los guaraníes comerían mejor. Para lograrlo, debía ir a un claro, cavar un agujero y enterrar sus pies allí. Mandi-ó hizo lo que el dios le decía y, al día siguiente, cuando sus hermanos la buscaron, no la encontraron, sino que vieron una planta muy alta con grandes ramas que parecían manos. Empezaron a cavar para desenterrar los pies de Mandi-ó pero, en su lugar, encontraron fue la mandioca, o la yuca. Desde entonces, este tubérculo fue de gran importancia para los guaraníes, quienes se alimentaron de él y empezaron a plantarlo, lo que dio pie al nacimiento de la agricultura.