3. Los colores
La finalidad primordial del emplatado es lógicamente atraer el sentido de la vista, antes de que el gusto se encargue de disfrutar de los sabores del plato.
Aunque parezca mentira, es básico y necesario tomarse un momento para reflexionar y decidir debidamente que colores van a casar mejor. De esta manera lograremos darle a nuestros platos un aspecto realmente atractivo.