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Austria: El que invita, paga
En Austria es aún más cierto que aquí: si invitas, pagas. Esto aplica especialmente en los cumpleaños y las celebraciones familiares, pero también puede suceder con otras invitaciones. Por eso, si invitas a un restaurante, debes suponer que todos los invitados esperarán que pagues la cuenta. Si no tienes intención de hacerlo, debes comunicarlo directamente para evitar desacuerdos cuando llegue la cuenta.