Corta la calabaza en trozos pequeños. Pon la mantequilla en la sartén, déjala calentar, derrite y una vez caliente agrega la calabaza en trozos.
Cocina la calabaza el tiempo suficiente para caramelizarla un poco, luego apaga el fuego.
Preparar la masa: colocar la harina en una fuente, hacer un surco e introducir los huevos, el agua tibia y la sal en su interior.
Amasar todo bien, conseguir una masa consistente y dejar reposar una hora.
Ahora a preparar el relleno de los ravioles: limpia y corta la calabaza en trozos.
Hornea la calabaza en el horno a 180°C durante 25 minutos. Una vez cocida, pela la calabaza y córtala en trozos hasta que quede una crema.
Toma un bol y añade el puré de calabaza a la ricota, echa el huevo, el parmesano y la nuez moscada. Mezclar todo bien.
Toma la masa de ravioles y haz láminas finas. Toma una cucharada de relleno y colócalo en el medio de la capa, formando muchos montones a la misma distancia entre sí. Toma otra capa de masa y póngala encima de la ya rellena. Cortar los ravioles con una rueda de repostería.
Cocina los ravioles, sumergiéndolos en agua hirviendo. Déjalos unos minutos en agua hirviendo con sal. Tan pronto como estén listos, escurrir y mezclar con un poco de mantequilla y algunas hojas de salvia.