Distorsión de un ciclo menstrual normal (pasará a ser más doloroso y duradero).
Mala nutrición.
Enfermedades cardiacas.
Problemas sociales.
Pérdida de años de vida.
Después de ver todas y cada una de las consecuencias que la investigación a la que hacemos referencia dicta; cabe destacar -siempre siguiendo las palabras de este estudio- que no es recomendable para las personas mayores de 35 años trabajar en horario nocturno porque su cerebro no responde a cambios forzados a partir de esa edad. Ni tampoco para las jóvenes durante mucho tiempo puesto que su organismo cambiará de manera radical y para mal.