Si supieras cómo se hacen estos alimentos, ¡no volverías a comerlos!

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© Pixabay / gurkanerol

Carnes en general

En el caso de la carne, el primer problema ocurre con la mayoría de ellas (pollo, cerdo, pescado, ternera...) y se trata simplemente de ganar dinero fácil de forma deshonesta, los fabricantes inyectan agua en la carne para hacerla más pesada. Pagas más y recibes mucha agua y, para colmo, agua con sal que las hace ricas en sodio, perjudicial para la salud.

Otro problema de la carne, pero en este caso de la carne roja, es la presencia de monóxido de carbono que se utiliza para mantener su color rojo. Se utiliza en pequeñas cantidades y no es perjudicial, pero si mantiene la carne roja y uno de los indicios de que la carne ya no es apta para el consumo es la pérdida de color rojo, ¿cómo saber si la carne es fresca? Nuestro consejo, recurre al olor y la textura y evita la carne congelada.