Leche
Según afirman los últimos estudios, tanto los perros como los gatos tienen intolerancia a la lactosa.
Cuando los gatos aún no han llegado a la edad adulta pueden consumir leche sin problemas, pero después cuando crecen, al igual que le sucede a los perros, el consumo de leche puede ocasionarle una diarreas tan agudas que acaben causándoles deshidratación.