Verduras, jamón, aceitunas… ¡lo que te guste ponerle a la pizza!
Procedimiento: Pon a hervir el caldo y luego agrega poco a poco la polenta sin dejar de remover. A fuego bajo, cuece por quince minutos sin dejar de remover para que no se pegue. Pasado este tiempo, agrega una cucharada de aceite de oliva, un huevo y el parmesano. Sigue mezclando hasta que se forme una masa. Cubre una bandeja para pizza con papel para hornear. Vierte la mezcla en la bandeja y deja que se enfríe para que se solidifique un poco. Hornea a 200º durante 10 minutos. Pasado este tiempo, sácala y con cuidado coloca encima la salsa, luego las hojas de albahaca, el queso y el resto de los ingredientes. Hornea otros 15 minutos ¡y listo!