Supersticiosos en la mesa, ¿las conoces todas?

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No dar el cuchillo por el mango

A parte de las razones lógicas como cortarse o hacerse daño, dar el cuchillo por el mango es una costumbre con unas raíces muy profundas.

En la Edad Media, todos los caballeros llevaban consigo sus armas, aunque no estuvieran en la batalla: espadas, o puñales.

Cuando se sentaban en la mesa, procuraban dejar los cuchillos fuera de la mesa, pero cuando los necesitaban para cortar una pieza de carne, debían darlos por el mango o de lo contrario sería interpretado como una invitación al duelo y el banquete podía acabar muy mal...