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Salsa de tomate
Para muchos de nosotros la salsa de tomate es un básico de la cocina y jamás puede faltar en casa. Lo cierto es que no hay salsa empaquetada que supere en sabor y consistencia una salsa de tomate casera, así que, ¿por qué privarse de ese gusto? La próxima vez que prepares tu salsa de tomate, recuerda que puedes conservarla en el congelador durante tres a cuatro meses. Tú decides si la guardas por litro o en porciones más pequeñas y fáciles de descongelar.
Cuando quieras utilizarla, puedes ponerla a descongelar a temperatura ambiente o en baño maría. Termina de calentarla en a estufa para reavivar sus sabores y condimenta al gusto.
Úsala en esta deliciosa salsa boloñesa.