No eres intolerante al gluten, sino al glifosato
Ahora bien, resulta que los síntomas de la intolerancia al gluten y la enfermedad celíaca son sospechosamente parecidos a los provocados por el glifosato: efectos negativos en el sistema digestivo, como disminución de las enzimas digestivas, daño a las mucosas, destrucción de células de la pared intestinal y aumento de la secreción de mucina (componente principal de la saliva y mucosas).
Además, el número de personas diagnosticadas como intolerantes al gluten ha aumentado de manera directamente proporcional al aumento del uso del glifosato en la agricultura. A partir de los 80, el uso de esta sustancia empezó a expandirse en las cosechas, lo que significa que los alimentos que consumimos contienen restos de glifosato. De allí que cada vez haya más personas alérgicas al gluten (que serían, en realidad, intolerantes al glifosato).