1) Elegir la maceta adecuada
Si vas a plantar rosas en macetas, lo mejor es que elijas un rosal enano, ya que así el espacio no será un inconveniente muy considerable. Elige los rosales preplantados con tallos gruesos, muchas hojas y tierra. Una vez que tengas tu rosal, el siguiente paso es elegir la maceta adecuada. Las mejores son las macetas profundas, pero en función del tipo de rosal puedes escoger:
- una maceta de 30 a 40 cm de profundidad, si se trata de un rosal enano (Pearl palace o Leguna palace);
- de 40 a 50 cm si es un híbrido de té (como el Belle o Golden medal);
- de 50 a 60 cm si son rosales ingleses (Angel face o Gingersnap) y
- lo más amplia posible para los rosales trepadores (como el Iceberg o el Tamora).
Otro aspecto que debes tener en cuenta es que si usas una maceta de barro, tendrás que poner un protector plástico entre el recipiente y el suelo para que la maceta no se sobrecaliente. También puedes elegir una maceta de plástico, que son más ligeras y fáciles de mover.
Realiza agujeros en el fondo de la maceta para que sirvan de drenaje y coloca un plato por debajo para que se deposite allí el exceso de agua y no se pudran las raíces de la planta.
Comenta este artículo