Quizá no te suenen ni su nombre ni sus investigaciones pero el Dr. Otto Heinrich Warburg ganó el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1931 gracias a, según el Comité del Premio Nobel, "demostrar, entre otras cosas, que las células cancerosas pueden vivir y desarrollarse incluso en ausencia de oxígeno." El Dr. Warburg descubrió que "las células tumorales obtienen la energía necesaria para su existencia de dos formas: por respiración (un proceso que requiere oxígeno) y por fermentación (un proceso anaeróbico). En la respiración queman los materiales orgánicos del dióxido de carbono y agua; en la fermentación se convierte la glucosa en ácido láctico".
Tanto el dióxido de carbono como el ácido láctico son fundamentalmente ácidos, lo que viene a significar que el cáncer necesita este tipo de entorno para desarrollarse.
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