Cambiar la forma de hacer las compras
Reducir los desechos domésticos empieza por cambiar la forma en que hacemos las compras. En el supermercado, se ofrecen muchos productos empaquetados, como las galletas que vienen envueltas individualmente, por lo que es mejor evitar los embalajes innecesarios. Opta por productos que vengan en recipientes reutilizables (como la mostaza, que es mejor comprarla en un frasco de vidrio que de plástico, o la limonada, que es mejor comprarla en botella que en el cartón). También es útil cargar siempre bolsas reutilizables, para llevar ahí las compras y no tener que comprar bolsas plásticas.
Cuando sea posible, compra a granel, no solo en las tiendas bio, sino también en los supermercados, en los que existe cada vez más este tipo de servicio. Por otra parte, a menos de que tu familia sea muy numerosa, es mejor no ceder a las ofertas de "3 x 2" o no comprar una gran cantidad de un producto solo porque sea más barato, ya que lo más probable es que no puedas comerlo todo y que termine en la basura.
Tampoco cedas a la tentación de comprar alimentos preparados, porque, además de ser caros, a menudo vienen empaquetados. En su lugar, compra productos frescos. Los platos congelados también son cada vez más populares, pero es mejor no abusar, debido a que también vienen empaquetados de forma excesiva. Además, puedes congelar cebollas o hierbas en una caja en tu propio hogar.
También es recomendable tomar agua del grifo para evitar los desechos de las botellas de plástico. Si te gusta el agua con gas, entonces puedes comprar un aparato para gasificar el agua.
Para los que aman el té, eviten comprarlo en bolsitas; es mejor utilizar un colador de té y comprar el té a granel, el cual tiene mejor calidad que el té en bolsitas.
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