¡Arranca MasterChef3!
Ayer empezó el programa de cocina más visto de la televisión española
Foto: @masterchef_es
MasterChef ha vuelto y lo ha hecho con un enorme éxito, convirtiéndose en el líder absoluto de la noche de ayer.
Y es que somos muchos los fans de este concurso de cocina que ha supuesto una verdadera revolución en la escena televisiva de nuestro país.
Como cabía de esperar en una noche de estreno, hubo nervios, risas, lágrimas de alegría, pero también de tristeza de todos aquellos que ya no continuarán este viaje entre fogones.
El primer reto
El programa comenzó con nada menos que 50 candidatos que tenían que demostrar todo su potencial para poder estar en las siguientes fases. El primer reto que Pepe, Jordi, y Samantha, los tres jueces del concurso, les propusieron fue algo simple pero al mismo tiempo complicado: tenían que cocinar pollo siguiendo la receta que ellos quisieran. Aunque parecía sencillo, lo cierto es que 20 de ellos tuvieron que dejar su cuchara de madera y abandonar la aventura.
Algún "pique" que otro
No podía ser de otra manera, MasterChef3 empezó picante. Y es que ya pudimos ver algunos "roces" entre los concursantes y los jueces como el protagonizado por María de la Encina, aficionada a la cocina tradicional con Jordi Cruz o el de Lidia, una nutricionista que le dijo a Pepe que "en su casa no entraba el chorizo".
La última prueba
Los 30 candidatos restantes no pudieron disimular su cara de sorpresa cuando, una vez dentro de las cocinas de MasterChef, Pepe levantó la campana que ocultaba el ingrediente que tenían que utilizar y debajo de ésta apareció un plato vacío. Los jueces pidieron entonces una receta que identificara a cada uno de ellos para poder lucirse. Además había un incoveniente más, y es que Jordi, Pepe y Samantha podían eliminar a los candidatos mientras cocinaban sin llegar a probar sus platos. Al final quedaron solo los 15 aspirantes a MasterChef 2015.
Los aspirantes
Dentro de los 15 aspirantes de MasterChef3 hay de todo, como dice el dicho.
Las chicas son guerreras
María de la Encina (con 69 años) ha sido uno de los puntos fuertes del primer programa. Esta leonesa afincada en Gandía ha dicho que se presentó al programa por su nieta y una amiga. Lidia, de 29 años, es la ya famosa nutricionista gallega que se "enfrentó" a Pepe en la primera prueba. Mila tiene 58 años, se define a sí misma como "una leona" y ha comentado que espera que MasterChef la lance "a correr en solitario". Sara de 27 años viene de Barcelona y confiesa que su objetivo en el programa es "formarse y aprender". Mireia, murciana de 33 años dice que viene dispuesta "a aprender todo lo que pueda". Raquel es de Navarra, y a sus 32 años se ha dado cuenta de que la cocina es su verdadera pasión, y por eso va a por todas.
Los chicos, también
Tanto Víctor, empresario malagueño de 30 años, como Pablo, maestro de arte marciales valenciano de 27 años, han confesado que son muy competitivos y que vienen a ganar. Lo mismo ha dicho Kevin, catalán de 22 años, que dejó sus estudios de arquitectura para dedicarse a la cocina. Carlos, de 24 años, viene de Talavera de la Reina, ha comentado que quiere que MasterChef sea "un trampolín para él". Como él piensa el sevillano Tony, que lo ha dejado todo para "crecer a nivel culinario" en el programa.
Todo corazón
Este año MasterChef es más tierno que nunca y es que algunos de sus aspirantes nos han tocado el corazón. Las duras historias de Sally (31 años, Ciudad Real), y Fidel (36 años, Alicante) han sacado la cara más humana de los jueces. También lo han hecho con su frescura, los más jovencitos del programa: Alberto, valenciano de 18 años, y Andrea, una guapa barcelonesa de 22 años, que han dejado sus estudios, él de medicina y ella de odontología para poder embarcarse en esta aventura.
De momento eso es todo, tendremos que esperar hasta el martes que viene para ver que nos depara este año la tercera edición de MasterChef. Mientras tanto, como dice el lema del programa, pónganle sabor a la vida.
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