Galletas de mantequilla

  • 20
  • Fácil
  • 20 minutos
  • 10 minutos
  • 10 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • 250gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 125gr de azúcar glas
  • 1 cucharadita de sal fina
  • 1 cucharadita de vainilla
  • 500gr de harina de trigo de todo uso previamente tamizada
  • 1 huevo a temperatura ambiente
  • Chocolate para fundir

Preparación

Paso 1

Empezamos batiendo la mantequilla a punto pomada durante al menos tres minutos a velocidad alta.
Incorporamos el azúcar poco a poco, batiendo a velocidad media hasta obtener una textura esponjosa y un color blanqueado, durante más o menos otros tres o cuatro minutos.

Paso 2

Añadimos el huevo previamente batido, la esencia y la sal y volvemos a batir dos minutos a velocidad media hasta que esté perfectamente integrado.

Paso 3

Vertemos la harina tamizada poco a poco, en tres o cuatro tandas, batiendo bien entre ellas para asegurarnos que se ha incorporado en su totalidad a la masa. Es posible que en la última tanda tengamos que amasar un poco a mano.

Paso 4

Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en papel film y la refrigeramos durante una hora. Extendemos la masa sobre papel de horno y la estiramos con un rodillo. Colocamos sobre la masa nuestro tapete de fondant y marcamos el diseño pasando el rodillo por encima. Refrigeramos la masa ya marcada durante, al menos cinco horas.
Cortamos nuestras galletas con un cortapastas, las colocamos sobre papel de horno las horneamos unos 12 minutos a 180° calor arriba y abajo sin ventilador. Dejamos que se enfríen en una rejilla.

Paso 5

Fundimos el chocolate, lo ponemos en una manga pastelera y rellenamos el marcado que hicimos con el tapete.

Para facilitar el estirado de la masa, podéis colocar papel de horno por encima de la masa e ir pasando el rodillo. De esa forma no se os pegará a ningún sitio y podréis estirarla mucho más fácilmente.
Si veis que el tapete se lleva un poco de masa al levantarlo podéis espolvorear un poco de harina sobre él y extenderla bien con una brocha de cocina. Si esto no os ayuda, volved a colocarlo sobre la masa, pasad el rodillo y refrigerad la masa con el tapete puesto, quitándolo sólo para hornear las galletas. Con esas horas de frío ya sí que se despegará sin llevarse nada.
Yo dejé la masa marcada toda la noche en la nevera, en la parte alta, porque he ido probando y he visto que menos de cinco o seis horas no me sirven de nada y hacen que la galleta pierda el grabado en el horno. De esta forma, la masa se conserva perfectamente y el dibujo no se deforma en absoluto.
Si queréis, podéis dejar el grabado y bañar en chocolate sólo la parte de abajo de la galleta. Así también están impresionantes, porque el sabor a pasta danesa de la galleta combina genial con el chocolate.

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