Cocido montañés

  • Fácil
  • 60 minutos
  • 40 minutos
  • Económico

Ingredientes

  • Ajo
  • Alubias o alubiones
  • Berza
  • Cebolla
  • Chorizo
  • Espinazo
  • Guindilla (opcional)
  • Morcilla
  • Oreja
  • Patata
  • Pimiento rojo y verde
  • Pimentón
  • Tocino
  • Vino blanco
  • Zanahoria

Preparación

Paso 1

Dejamos las alubias a remojo la noche anterior (unos 500 gramos para cinco/seis personas).

Paso 2

Hacemos un sofrito con dos cebollas, tres ajos, una guindilla, un pelin de pimiento rojo y verde y zanahoria, todo ello picado a groso modo. Salpimentamos.

Paso 3

Cuando la cebolla esté transparente, se mezcla con una cucharada (de café) de pimentón dulce y otra de picante (lo retiraremos un segundo del fuego para que no se queme el pimentón), y se riega con un vaso de vino blanco, que se deja evaporar.

Paso 4

Se añaden el compango o pringue (un chorizo, una morcilla, un trozo de tocino, un poco de espinazo de ternera, y una oreja de cerdo), se cubre de agua y se echan las alubias (conviene asustarlas).

Se cierra la olla se cuece durante unos diez minutos.

Paso 5

Pasado este tiempo, se abre la olla, se saca el compango (menos la oreja de cerdo, que se deja dentro), y se termina de hacer a fuego lento, con la olla tapada, hasta que las alubias estén tiernas (dependerá del tipo de alubia, y de la dureza y la cal del agua que utilicemos).

Lo normal será que tarden otros 20/30 minutos.

Paso 6

En un cazo aparte, cocemos media berza en agua salada durante diez minutos.

Retiramos el agua y volvemos a ponerla a cocer durante otros treinta minutos.

Antes de que esté, añadimos una patata cortada y pelada para que se cueza al tiempo.

Escurrimos e incorporamos ambas cosas al guiso de alubias, y hacemos bailar el guiso para que la salsa quede trabada.

Para que la fabada no nos quede muy grasa, el chorizo y la morcilla conviene hervirlos previamente dos minuto en agua, desechando la misma.


Cuando echemos las alubias al guiso, conviene que rompamos los primeros hervores con un chorro de agua fría (es lo que se llama asustarlas), y que con una espumadera, retiremos la espumilla que se haya formado.


El agua, nunca debe caer directamente sobre las alubias, pues hace que estas se rompan.

Tampoco conviene remover el guiso con una cuchara, pues también rompe las alubias.

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