Pastela marroquí de pollo (bastil·la)
De Adharae
Este plato, propio de la gastronomía marroquí, consiste en un pastel de láminas de pasta filo relleno de carne de pollo desmigada junto con cebolla, almendra molida, agua de azahar, especias y luego espolvoreado con canela en polvo y azúcar glas, dándole un punto dulce al que no estamos acostumbrados pero que resulta especialmente agradable.
- 4
- Media
- Económico
Ingredientes
- 4 láminas pasta filo
- 300 gr. de pechuga de pollo (también se puede utilizar muslos)
- 1 cebolla
- 2 vasos de caldo de pollo
- 3 huevos
- 100 gr. de almendra molida
- 1 cucharada de azúcar glas (más otra para espolvorear por encima)
- 1 cucharada de canela en polvo (+ otra para espolvorear del mismo modo)
- 1 cucharada de perejil seco
- 1 cucharada de agua de azahar
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Preparación
Paso 1
Cortamos la cebolla en tiras más o menos finas y en una sartén grande, echamos un poco de aceite de oliva, ponemos la cebolla y cuando empiece a dorarse añadimos las pechugas.
Paso 2
Cuando esté transparente la cebolla incorporamos el caldo de pollo y dejamos cocer, añadiendo las especias (una cucharada de perejil, una de agua de azahar, y otra de canela en polvo) durante unos 20 minutos. Una vez haya pasado este tiempo retiramos las pechugas y las cortamos en pedacitos pequeños, aunque también pueden desmigarse y las devolvemos a la sartén.
Paso 3
Ponemos de nuevo al fuego y añadimos los 3 huevos batidos, removiendo para que ligue todo haciendo una especie de revuelto. Mientras evapora el líquido y cuaja vamos precalentando el horno a 180º C y disponemos unas 4 ó 5 láminas de la pasta filo sobre un recipiente circular que nos ayudará a darle forma mientras la rellenamos.
Extendemos la almendra molida en el fondo creando una fina capa. Sobre ella añadimos el relleno, al que cubriremos con una cucharadita de canela y otra de azúcar glas.
Paso 4
Una vez hecho esto cerramos la pastela, simplemente juntando todas las puntas en el centro y para lo que podemos ayudarnos con unas gotas de agua o bien pincelándola con huevo batido. Le damos la vuelta con cuidado (ya que las láminas podrían rasgarse), ayudándonos con el recipiente donde estaba.
La colocamos en una bandeja de horno en la que habremos dispuesto papel vegetal. De nuevo se puede pincelar con huevo (como hicimos nosotros) o mantequilla que también le dará un color dorado y hacemos un agujerillo en el centro para dejar salir el vapor.
Paso 5
La dejamos durante unos 8 – 10 minutos (hasta que veamos que la masa queda ya crujiente y algo dorada por fuera) y sacamos. Decoramos con azúcar glas y canela y ya podemos disfrutar de este deliciosa comida árabe.
Una opción es, a la hora de montar las láminas, pincelar cada hoja con mantequilla derretida para que se doren pero no es necesario.
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