3.- MASAJES EN LA PIEL
Es un proceso simple que puede repetirse a diario y varias veces al día. Solo hay que parpadear muchas veces y después de hacerlo cerrar los ojos. Esto se hace con la intención de relajar y descansar los músculos faciales para evitar las patas de gallos. Después coloca los dedos suavemente sobre la zona arrugada para frotarla en pequeños círculos por todo el contorno hasta el principio de la ceja. Repetir varias veces. Por último, frota las manos hasta que se pongan calientes y coloca las palmas en los ojos cerrados. Todo el masaje, incluso el final sirve para mejorar la circulación sanguínea en el rostro.
Al mejorar la circulación, el rostro recibe mejor los nutrientes y el oxígeno que transporta la sangre. De esta manera la piel obtiene mayor elasticidad y aspecto joven, lo que retardará en gran medida la formación de arrugas.